lunes, 27 de julio de 2015

Una historia de guerra: Capítulo 7.

Luego de unos días de la transición algunos de los heridos se recuperaron parcial o completamente dependiendo de la gravedad de sus heridas.
Hayato: Atsu-chan, levántate. Estás pesada.
Atsuko: *Se frota los ojos.*  Quiero dormir un rato más.
Hayato: Sal de encima al menos.
Atsuko: *Abrazando el cuello del joven.* Por favor. Quiero permanecer así un rato más. No hay nadie más y los pocos que quedan están dormidos. Por favor Hato-kun.
Hayato: Bien, pero sólo hasta que llegue alguien más. 
Atsuko: *Sonríe muy animada.* Sí. *Lo besa.*
Hayato: En serio pareces una niña.
Atsuko: No lo soy.
Hayato: Es cierto. *Toca sus pechos.* Estos no son los de una niña.
Atsuko: *Lo golpea en la cabeza completamente sonrojada.* ¡Pervertido! 
Hayato: Sólo bromeaba. *Ríe un poco.*  Aunque son suaves y blanditas...
Atsuko: Sé lo que pensabas. *Hace puchero.*
Hayato: ¿Qué eres? ¿psíquica?
Atsuko: *Se echa con fuerza sobre el pecho del híbrido.* Los hombres son muy fáciles de leer.
Hayato: ¡Eso no es cierto! Las mujeres son más fáciles.
Atsuko: *Lo besa nuevamente.* ¿En serio?
Hayato: Bien, bien, ya entendí.
Atsuko: Hato-kun, ¿me traes una baya?
Hayato: No tengo ni idea de bayas.
Atsuko: Vamos. Una sola.
Hayato: Eres molesta.
Atsuko: * Pone un rostro de cachorrito.*  Por favor.
Hayato: Bien. Pero esa cara ya no me afecta. Maldición. No puedo no decir que no a esa carita. *Se levanta y se retira a buscar las bayas.*
Atsuko: Si puedes tráeme frutillas.
Hayato: Sí. Después de todo es la única fruta por lo que hace cualquier cosa... cualquier cosa...
A la vuelta ya habían regresado los demás soldados pero Atsuko y el General no estaban presentes.
Hayato: ¡Oye, Ryuu! ¡Ven!
Ryuu: ¿Qué ocurre? y... ¿Por qué traes frutillas?
Hayato: ¿No sabes dónde está Atsuko?
Ryuu: Creo que se fue junto al General y el Almirante.
Hayato: ¿Ya llegó?
Ryuu: Sí pero apenas llegó le pidió al General y a Atsuko que lo acompañen. No parece alguien con quien se pueda establecer una conversación.
Hayato: Espero que no tarde mucho, me hizo ir a buscar todas estas frutillas.
Ryuu: Y luego dices que no te gusta.
Hayato: Cállate.
Ryuu: Parece que ahí vienen.
Hayato: ¿Eh? *Se voltea.*
La joven rubia, el General y un hombre de apariencia joven con cabello plateado entran con un aura seria.
General: Debido al último incidente y la cantidad de pérdidas se ha decidido por reagrupar y dividir a todos los grupos. Los cambios se anunciarán dentro de un mes luego de una reunión entre todos los niveles desde los comandantes y superiores. Por ahora descansen y relájense.
Soldado: *Alzando la mano.* ¿ Es posible que algunos soldados obtengan una promoción?
Almirante Sesshomaru: Sí, es posible, pero solamente con soldados excepcionales. No todos tienen las mismas posibilidades.
Luego del anuncio todos se relajan y cada uno vuelve a lo suyo aunque algo nerviosos por la presencia del Almirante.
Hayato: Atsuko, ¿estás bien? Estás algo pálida.
Atsuko: *Extiende sus brazos.* Cárgame.
Hayato: *Susurrando.* Estamos en público.
Atsuko: Sólo hazlo.
Hayato: ¿Por qué?
Atsuko: Me están temblando las piernas y no me siento muy bien.
Hayato: Bien. *Se voltea y luego se agacha.* Sube.
Atsuko: Gracias. *Se sube y besa la mejilla de Hayato.*
Hayato: *Sonrojado.* Sólo te voy a dejar en un lugar donde puedas estar cómoda.
Atsuko: *Rodeándolo con sus brazos y con sus labios junto a su oído.*  Pero quiero quedarme así.
Hayato:  *Traga saliva y se sonroja aún más.* Deja de hacer eso.
Atsuko: Hacer, ¿qué?
Hayato: Oye, a menos que quieras que te pellizque el trasero deja de actuar de esa forma.
Atsuko: En serio eres un pervertido.
Hayato: Y tú, molesta.
Atsuko: Te quiero mucho Hato-kun.
Hayato: ... Yo también.
Atsuko: ¿Por qué habrá tardado tanto? 
Hayato: Bájate.
La pequeña rubia baja de la espalda del joven y se recuesta sobre un pequeño futón.
Hayato: ¿Ya estás más cómoda?
Atsuko: Sí, gracias. ¿Me puedes traer otros vendajes?
Hayato: Sí, enseguida te lo traigo.
Atsuko: Gracias.
Luego de un rato Hayato vuelve al lado de la niña de 17 años con los vendajes solicitados.
Hayato: Aquí tienes. ¿Te ayudo?
Atsuko: Y-yo puedo hacerlo sola. Sólo vigila que nadie vea.
Hayato: No creo que nadie tenga ganas de ver esos pequeños pechos.
Atsuko: A ti... ¿Te gustan?
Hayato: ...
Atsuko: *Baja un poco la cabeza.* Ya veo.
Luego de una semana todos los militares de distintas especies se reúnen en una enorme aldea ubicada en una colina que parecía estar protegida por colinas más altas. En la cima de la colina donde estaba ubicada la villa se podía apreciar un castillo del típico estilo japonés antiguo similar a las casas de los antiguos señores feudales pero con varios pisos y un jardín enorme. En la cima del castillo se podía ver un adorno en forma de media luna.
Una vez que entraron al palacio se podía apreciar como el tema de la luna invadía el lugar. A pesar de esto el palacio conservaba un aspecto humilde, después de todo no había nada demasiado costoso.
Al abrir una enorme puerta todos se arrodillaron. Dentro, había una mujer joven de cabello negro, piel blanca y ojos color plata. Su nombre, Mitsuki.
Sesshomaru: Ohime-sama, ya todos están presentes.
Mitsuki: Bien, gracias. Hay algo que quiero que todos sepan. Estoy segura que una gran parte de ustedes han sufrido los ataques de ese grupo de demonios que son capaces de derrotar hasta a aquellos de nivel más altos y si no, de seguro han escuchado de ellos. Este grupo no forma parte del ejército contra el que nos estamos enfrentando. He recibido mensajes de parte de Hinata-sama de que ella también ha sufrido numerosas bajas debido a este grupo. Parecen no interesarse en las aldeas ni en atacar a la población. Por lo que podemos suponer que, solamente, tienen el objetivo de destruir los ejércitos de ambos lados. Por ahora y de mutuo acuerdo tanto Hinata-sama como yo damos un alto al fuego para evitar más bajas hasta que se tranquilicen las cosas. La guerra no ha finalizado por lo cual hasta que se de la orden todos permanecerán en los territorios del palacio recibiendo entrenamiento para que una vez que se de la orden de volver a las armas todos tengan un buen estado físico. Pero por ahora por favor disfruten del banquete que se les preparó en el salón principal y luego podrán descansar en las habitaciones que se les han sido asignadas a los distintos grupos. 
Al dar la espalda para ir a cenar Mitsuki llama a Atsuko.
Mitsuki: Atsuko-chan, espero que no te moleste estar en una habitación tú sola, es decir, ya que eres la única chica se te preparó una habitación para que no se produzca ningún problema con los demás. ¿Hay algo que necesites?
Atsuko: Muchas gracias, espero que no sea un gran problema, no quiero ser una molestia. Sólo me gustaría pedir algún quimono ya que los míos están completamente destruidos o manchados con sangre si no le molesta.
Mitsuki: Claro que no. Relájate, cuando estemos a solas no hace falta que me hables de manera tan formal, después de todo te conozco desde que estabas en el vientre de tu madre.
Atsuko: S-Sí, disculpe.
Mitsuki: Lo sigues haciendo. *Ríe y se cubre la boca con su mano.* Ya ve a comer, debes de estar hambrienta luego del largo viaje hasta aquí.
Atsuko: Un poco... *Agacha la cabeza y, al oír los gruñidos de su estómago, se sonroja completamente.*
Aquí les dejo una imagen de cómo sería la princesa Mitsuki... Espero mejorar en el dibujo TwT

 Y bueno, eso es todo por ahora. A partir de ahora voy a comenzar a subir las imágenes acá también pero por favor sigan pasando por mi DA y denle me gusta a mi página de Facebook y enterarse sobre actualizaciones en el blog, entre otras cosas. Gracias ;)
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