miércoles, 11 de febrero de 2015

Una historia de guerra: Capítulo 1.



    Hace ya mucho tiempo la guerra por la Perla de Shikon ha finalizado pero los problemas entre los demonios y los humanos aún perduran. Los demonios comenzaron a enemistarse debido a la desaparición de la perla culpándose unos a otros. Poco a poco se dieron cuenta que los híbridos eran más poderosos que la mayoría de los demonios por lo cual comenzaron a mezclarse con los humanos. Se formaron dos bandos, regidos por los descendientes de Amaterasu y Tsukiyomi, las princesas Hinata y Mitsuki.
   Esta historia se centra en Hayato Takumi, un guerrero híbrido con perro demonio de ésta época perteneciente al bando regido por Mitsuki.

Comandante: ¡Bienvenidos a la guerra muchachos! A partir de hoy se les enseñará disciplina, respeto, técnicas de combate con y sin armas. Sólo los más aptos sobrevivirán y los que sean unos cobardes que no saben qué es lo que están haciendo aquí... Bueno, supongo que al menos sabrán hacerse un seppuku antes de que el enemigo los mate para conservar algo de su honor.
Soldado: Mira quién habla de no ser apto. Ja ja ja. Eres una niña pequeña y te crees la comandante.
Comandante: *Se acerca con una mirada atrevida* Oh, así que piensas que las mujeres no somos aptas para luchar por nuestras vidas, ¿eh? ¿Cómo te llamas?
Soldado: Soy el gran Kisuke, hijo del gran herrero Chitoge.
Comandante: Bueno, Kisuke. Desenvaina y demuéstrame que eres más apto que yo para comandar éste ejército.
Kisuke desenvaina su katana y ataca directamente a la comandante con un ataque a su vientre pero la agraciada rubia esquiva el ataque y con un codazo a la nuca deja a su oponente fuera de combate.
Comandante: *Mirando hacia el frente* Y más les vale que ésto sea una lección para aquellos que se atrevan a pensar algo semejante, no soy una joven cualquiera, por algo me pusieron al mando de éste ejército. Por ahora, desempaquen y cenen. Mañana al amanecer deberán estar presentes aquí para iniciar el entrenamiento.
Soldados: *Al unísono* ¡Sí señora!
Durante la cena los soldados se relajan un poco y comen hasta saciarse.
Hayato: ¡Oye, InuYasha! ¡Ven, siéntense conmigo!
InuYasha: ¿Qué quieres? ¿ Acaso le tienes miedo a la comandante? *Dice con tono sarcástico.*
Hayato: Claro que no. Sólo pienso que los híbridos de la misma especie debemos estar unidos.
Ryuu: ¿Entonces te gusta esa niña?
Hayato: ¿Pero qué dices? Ella es... Ella es...
InuYasha: Ella es ¿qué?
Hayato: N-no importa.
Ryuu: Entonces no te molestará si la convenzo de hacerla mía, ¿verdad?*Lo mira de manera desafiante*
Hayato: Le pones una mano encima y te mato, ¿oíste? *Se levanta y se retira del comedor.*
Ryuu: Si le gusta. *Dice para sí* ¡Papá, déjame algo a mí!
InuYasha: *Entre mordiscos* Pues tendrás que apresurarte porque no pienso dejar nada.
Al amanecer todos los soldados están listos y en sus posiciones, o quizá no todos...
Comandante: Enumerense.*Cada soldado presente se enumera en orden.* ¿Oh? Faltan dos. Ustedes dos, vayan a buscar a los restantes y vuelvan aquí para iniciar el entrenamiento. 
Dice señalando a Hayato y otro soldado más, quienes corren para buscar a InuYasha y Ryuu quienes aún no se habían despertado. Al cabo de unos minutos vuelven los cuatro listos para iniciar el entrenamiento.
Comandante: ¡Al fin! Los estábamos esperando. ¿Algo qué decir?
InuYasha:  A mí no me puedes decir nada niñata. ¿Quién te crees que eres?
Comandante: Soy la comandante de éste ejército, Atsuko Chitose y tal como mi padre lucharé por la victoria. ¿Tienes algo que decir? *Dice orgullosa.*
InuYasha: Te reto a un duelo, si gano cerraras tu boca.
Atsuko: Y si yo gano,  tú cerraras la tuya y tendrás que pasar la noche sin comida ni agua encadenado en aquél árbol.
InuYasha: Bien, pero no me vencerás.
Se inicia otra batalla uno a uno en la que InuYasha se vale de su fuerza, como siempre, mientras que Atsuko se vale de sus técnicas de inmovilización para vencer a su oponente.
Atsuko: Gané.*Dice con un aura altanera.*
InuYasha: ¡Eso no vale!
Atsuko: Y ahora sin más retrasos...¡Comiencen a correr inútiles!
El primer día de entrenamiento inicia con una escalada por las montañas en la cual varios hombres cayeron víctimas del hambre y del cansancio por lo que tardaron más de lo esperado y el recorrido en lugar de tardar dos o tres horas tardó cinco.
Una vez acabado el recorrido todos fueron a desayunar y se atragantaron de comida como si fuera el último día de sus vidas.
Ryuu: Oye, Hayato. ¿Cómo crees que esa mujer pudo derrotar a mi padre?
Hayato: Es una experta en técnicas de inmovilización. No es muy fuerte, es de contextura pequeña y tampoco tiene mucha resistencia en cuanto a recibir golpes pero es inteligente y utiliza su velocidad para esquivar y sus técnicas para ganar.
InuYasha: Pareces conocerla muy bien.*Mordisco*
Hayato:*En voz baja.* No le digan a nadie pero la verdad es que conozco a Atsuko desde que somos niños y sabemos perfectamente las debilidades y fortalezas del otro.
Ryuu: ¿Familias rivales?*Mordisco.*
Hayato: De hecho somos mejores amigos.*Sonríe.*
Ryuu: Ya veo...¿Eh?
InuYasha: Ja. A la próxima la derrotaré.*Dice con un aire orgulloso.*
Luego del breve descanso los soldados deben atender a la llamada de la comandante para proseguir con su entrenamiento.
Atsuko: El entrenamiento del primer día consta en escalar las montañas, lo que está hecho; ahora continuaremos enseñándoles algunas técnicas de ataque y defensa básicas para un enfrentamiento y con eso se dará por terminada la primera mitad del día de hoy y se les brindará un descanso para almorzar. Una vez finalizado el descanso nos reuniremos aquí y obtendrán instrucciones para el uso de armas de fuego como escopetas y cañones. Este entrenamiento sólo se les brindará a aquellos que no poseen ataques naturales de larga distancia como es el caso de algunos felinos o lobos.
Hayato: ¿Y a los demás qué? ¿Nos podremos ir a descansar?
Atsuko: *Se le acerca y apoya suavemente una navaja que tenía escondida en el cuello de Hayato.* Ni se te ocurra volver a interrumpir para preguntar cosas tan obvias como esa.*Guarda la navaja y vuelve a hablar para todos los soldados.* Los que ya posean una habilidad de ésta naturaleza serán entrenados para el uso de espadas, navajas y cuchillos.Ahora cada uno busque una pareja para iniciar su entrenamiento.
El resto del día transcurre lentamente para todos y al llegar el momento de la cena todos están exhaustos.
Soldado: No es justo. Ella sólo se queda allí observándonos, sin hacer absolutamente nada.
Soldado: Tienes razón.
Hayato: Oigan, eso no es cierto. Ella se queda ayudando a los más débiles como hoy en la montaña. Llevó sobre su espalda a un herido durante más de la mitad del recorrido y durante el entrenamiento con armas de fuego llevó la enfermería a los quemados.
Ryuu: La estás protegiendo y luego dices que no te gusta.
Hayato: ¡Que no me gusta!*Enfadado se retira a unas aguas termales no muy lejos de allí.*Esos imbéciles, se creen que conocen a todos.
???: ¡Aaaaaaah!*Se escucha el chapoteo del agua.*
Hayato: ¡¿A-atsuko?!
Atsuko: ¡S-sal de aquí, p-pervertido!
Hayato: *Se voltea.* Tranquila, no vi nada.No sabía que estabas aquí.
Atsuko: Pensé que nadie más iba a venir por aquí...
Hayato: Me quería dar un baño caliente para relajarme pero ya que estás aquí supongo que hay dos opciones: o nos bañamos juntos, o puedo irme y bañarme en el agua fría del río.
Atsuko: No hace falta, ya salgo. Pasame la toalla y me voy a mi habitación.
Hayato: Sí.*Recoge la toalla y se la tiende a la rubia mirando hacia otro lado algo sonrojado.*Aquí tienes.
Atsuko: Gracias.*La toma y se cubre con ella. Antes de irse besa en la mejilla a Hayato como agradecimiento y se va.* Descansa.
Hayato, cansado y algo feliz luego de bañarse regresa a su habitación y se propone descansar para el día siguiente.

Y así concluye el primer capítulo de esta historia, por favor comenten si les gustó, se los agradezco a todos. <3

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